El Trastorno Bipolar
El trastorno bipolar es un trastorno mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo. Estos episodios de depresión y manía pueden ser debilitantes para las personas que lo padecen.
Hacia una caracterización del trastorno bipolar
El trastorno bipolar es un padecimiento grave, recurrente e incapacitante para el individuo, debido a que la persona suele presentar episodios de depresión y de manía, los cuales afectan en gran medida la calidad de vida del sujeto.
Estados de ánimo extremos
Esos episodios pueden resultar de gran peligrosidad, por cuanto ese cambio de estado de ánimo fluctúa entre extremos (manía o depresión), e, incluso, el individuo corre el riesgo de suicidarse.
El suicidio es una consecuencia extrema del trastorno bipolar, especialmente durante episodios depresivos graves.
Tipología del trastorno bipolar
Aunque se habla del trastorno bipolar, es importante aclarar que existe un grupo heterogéneo de trastornos bipolares. Cada uno de esos tipos, posee características únicas, según el tipo de padecimiento.
El trastorno bipolar se manifiesta de diferentes maneras según la persona, con características que varían según cada episodio.
Becoña & del Carmen Lorenzo (2001), tras analizar el DSM-IV y el CIE 10, esbozan esa tipología en:
- Trastorno bipolar tipo I: se presentan uno o más episodio maníaco o episodios mixtos. Además, previamente debe existir uno o más episodios depresivos. Dentro de esta tipología, también, se consideran varios subtipos, en función del episodio más reciente: maníaco único, hipomaníaco, mixto, depresivo o no especificado.
- Trastorno bipolar tipo II: se caracteriza por la existencia de episodios depresivos la mayor parte del tiempo, junto a episodios hipomaníacos. Por ello, para diagnosticar este tipo de padecimiento, tiene que estar presente uno o más episodios de depresión mayor y uno o más episodio hipomaníatico. No puede haber ningún episodio maníaco ni mixto.
- Trastorno bipolar ciclotímico: este tipo de trastorno ocasiona una alteración del estado crónica y con ciertas fluctuaciones, que abarcan muchos episodios de síntomas hipomaníacos y depresivos. Al respecto, son síntomas, no trastorno, por ello para verificar este diagnóstico no debe existir ningún episodio depresivo mayor, maníaco o mixto.
- Trastorno bipolar no especificado: a este grupo corresponden todos los episodios hipomaníacos y depresivos de tiempo y de duración que no cumplen ciertos criterios.
La depresión es un factor clave en el trastorno bipolar, con episodios depresivos más frecuentes y graves que en otros trastornos.
En todo caso, los investigadores de la materia señalan que el trastorno bipolar, independientemente de su tipo, se caracteriza por tener una alta tasa de recaída.
Luego del primer episodio existe un ciclo de 40 a 60 meses, que posteriormente va descendiendo en tiempo de los siguientes episodios, hasta que los tiempos se estabilizan entre 5 o 10 meses.
Los períodos entre episodios maníacos y depresivos pueden variar, influyendo en el tratamiento y manejo de la enfermedad.
“De ahí que autores como Tohen et al. (1990) indiquen la relevancia de conocer la historia de los episodios previos porque es un importante predictor de la recaída” (Becoña & del Carmen Lorenzo, 2001).
Asimismo, es importante destacar que los episodios de los estados del ánimo en el trastorno bipolar se relacionan, según Lam et al., 1999 (citado en Becoña & del Carmen Lorenzo, 2001), con factores como:
- Eventos significativos en la vida del individuo
- Historia de episodios previos
- Síntomas depresivos
- Síntomas psicóticos
- Relaciones familiares conflictivas
- Síntomas subsindrómicos
Individuo y sociedad
El trastorno bipolar puede estar asociado a conductas tales como sustancias, imprudencias, impulsividad, conductas antisociales, estados depresivos, entre otros, por ello debe ser tratado por los profesionales de la salud, pues el individuo puede llegar hasta a suicidarse durante una de las crisis.
Aunado a ello, las personas que sufren el trastorno bipolar suelen tener consecuencias en el ámbito social, laboral emocional e incluso baja autoestima, aún después de la remisión de los episodios.
Las personas con trastorno bipolar pueden experimentar cambios en su autoestima debido a las fluctuaciones en su estado de ánimo.
De esa forma, “la disrupción social estaría en relación con la duración de la enfermedad y las hospitalizaciones frecuentes. La evolución del Desorden Bipolar se acompaña de altas tasa de desempleo, educación inconclusa, soltería, problemas de vivienda y otros (…)” (Holmgren, et. al., 2005).
Aunado a ello, los estresores psicosociales también pueden precipitar las recaídas en esta enfermedad, por ello es fundamental que el individuo cuente con apoyo psicológico, médico y de su familia.
El tratamiento continuo, tanto psicológico como psiquiátrico, es esencial para prevenir recaídas en personas con trastorno bipolar.
Apoyo familiar y terapéutico
Holmgren, et. al., (2005) plantean que las intervenciones psicoterapéuticas y psicoeducativas se efectúan en los pacientes de forma individual y grupal, al paciente, su pareja y al núcleo familiar.
En esas sesiones se deben contemplar el hecho de compartir informaciones que contribuyan a comprender la enfermedad, su naturaleza y a adquirir las destrezas necesarias para prevenir las recaídas; fomentar el autocuidado, conocer los efectos colaterales de la medicación y evitar la estigmación. También, es fundamental que el individuo concientice la necesidad de tomar correctamente el tratamiento farmacológico.
La psicoterapia es crucial en el tratamiento del trastorno bipolar, ayudando a los pacientes a manejar sus emociones y a mejorar su bienestar general.
Al respecto, “la participación de las personas significativas en la vida del paciente, en particular la familia, en estas intervenciones psicosociales permite que se generen apoyos efectivos al tratamiento y por otro lado permiten tener una aproximación al impacto de la enfermedad en la vida de relación del paciente”, sostiene Holmgren, et. al. (2005).
Existen evidencias de que la terapia focalizada en el núcleo familiar, junto al tratamiento farmacológico, produce una mejoría en términos de recurrencia de episodios y previene la necesidad de rehospitalización. Por otro lado, las recaídas se asociaron a los problemas familiares de gravedad.
Las recaídas y rehospitalizaciones son complicaciones comunes en el tratamiento del trastorno bipolar, lo que resalta la importancia de un manejo adecuado a largo plazo.
Los pacientes con trastorno bipolar pueden experimentar intensamente el sufrimiento por motivos sociales, laborales o personales, por ello la psicoeducación puede ser fundamental, tanto para el individuo como para su familia.
Holmgren, et. al. (2005) proponen un modelo de psicoterapia familiar basado en cuatro elementos claves: funcionamiento familiar, psicoeducación de la enfermedad para paciente y familia, entrenamiento en destrezas comunicativas y entrenamiento para la resolución de conflictos.
Por su parte, Ramírez & Thase (2002) sostienen que por la naturaleza recurrente del trastorno bipolar es necesario el tratamiento de mantenimiento, tras la contención de los episodios agudos.
La psicoeducación es clave para que el paciente y su entorno comprendan mejor el trastorno bipolar, facilitando su tratamiento y promoviendo la estabilidad emocional.
“El tratamiento de mantenimiento eficaz puede disminuir el sufrimiento del paciente, su hospitalización y el coste, y mejorar el funcionamiento psicosocial. Aunque es posible que la terapia farmacológica de mantenimiento no elimine completamente las recurrencias de manía o de depresión, puede disminuir la frecuencia, duración y gravedad de los episodios maníacos y depresivos”, puntualiza Ramírez & Thase (2002).
Fuentes consultadas
- Becoña, E., & del Carmen Lorenzo, M. (2001). “Tratamientos psicológicos eficaces para el trastorno bipolar”. Psicothema, 13(3), 511-522. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/72...
- Holmgren, D., Lermanda, V., Cortés, C., Cárdenas, I., Aguirre, K., & Valenzuela, K. (2005). “Alteración del funcionamiento familiar en el trastorno bipolar”. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 43(4), 275-286. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scie...
- Jara, M. L., Lana, K. L., Schneider, L. S., & Torres, K. E. L. (2008). “Trastornos bipolares”. Revista de posgrado de la vía cátedra de medicina, 177, 22-24. Disponible en: https://med.unne.edu.ar/revist...
- Ramírez, M., & Thase, M. (2002). “Tratamiento cognitivo conductual de los trastornos bipolares” en Manual para el tratamiento cognitivo conductual de los trastornos psicológicos: trastornos por ansiedad, sexuales, y psicóticos. Editores SA, 1, 575-603. Disponible en: https://www.academia.edu/38919...
- Vázquez, G. H. (2014). “Los trastornos bipolares hoy: más allá del DSM–5”. Psicodebate. Psicología, Cultura y Sociedad, 14(2), 9-24. Disponible en: https://www.palermo.edu/cienci...
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