
Idealización en las Relaciones de Pareja
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Las relaciones son más complejas que las telenovelas
¿Quién no ha soñado vivir un amor como si se tratara de un cuento de hadas? Posiblemente, no existe alguien que no haya idealizado una relación de pareja.
Fecha de Publicación: Martes 27 de Octubre del 2020
Conflictos, creencias y perspectivas distintas
Las relaciones amorosas suelen ser mucho más complejas de lo que se muestran en las telenovelas, series o programas de televisión.
A menudo, los conflictos, diferentes creencias o perspectivas, así como personalidades muy disímiles deben tratar de convivir e interactuar en pro de la construcción de una vida en común.
La idealización en las relaciones de pareja
Murray, Holmes & Griffin (citados por Fernández Calixto y Montaño Galvis) plantean que la idealización constituye un proceso cognitivo y social, a través del cual los individuos observan a sus pretendientes con filtros prometedores, a partir de su visión de un compañero ideal y en una búsqueda de seguridad y estabilidad.

Por otro lado, de acuerdo con la autora Mónica Proaño (2015) y según la perspectiva del psicoanálisis, en toda relación amorosa existe una idealización, pues al empezar la fase de enamoramiento el individuo tiende a poner características (físicas o psíquicas) engrandecidas en el otro.

En este sentido, el sujeto ve en su pareja una persona “perfecta” y “real”, por lo que se realza y se percibe al otro ser humano como un ideal deseado y muy anhelado.

“La idealización describe algo que sucede con el objeto, ocurren modificaciones del objeto. En tanto al otro amado, la idealización manifiesta la proyección de elementos del ideal del yo”, enfatiza Proaño.
Para la corriente psicoanalítica, ese ideal del yo permitiría simbolizar la elaboración sublimada de los deseos edípicos y favorecería el desarrollo del apego afectivo.
¿Fantasía o realidad?
Al principio de toda relación existe una idealización reciproca, en las que se produce una lucha entre las expectativas propias de cada persona y las relaciones objetales pasadas (reprimidas, conflictivas o disociadas). Los denominados conflictos edípicos juntos a las prohibiciones superyoícas suelen desmoronar algunas de las idealizaciones, por ello pueden producirse problemas que fragmenten o afecten la estabilidad de la relación.

Sin embargo, Proaño (2015) expone que resulta muy difícil no idealizar a una pareja, dado que las expectativas, sueños o deseos se constituyen en “incentivos” sin los cuales ninguna persona comenzaría una relación amorosa.
El verdadero conflicto frente a la idealización se produce cuando se comienza a ver como es en realidad la pareja. Esto puede derivar, incluso, en la separación de la persona amada.

Sobreidealización y su impacto en la relación
Fernández Calixto y Montaño Galvis afirman que al aparecer la “sobreidealización” en noviazgos o en matrimonios, las consecuencias son nefastas, pues las personas pueden llegar a disfrazar los defectos del otro. Las acciones malas se constituyen en acciones “no tan malas” o los buenos actos se convierten en “muy buenos actos”.
Asimismo, el sujeto puede sentir frustración tras tratar de alcanzar las altas expectativas que se poseen sobre él, aunque las mismas sean poco razonables cuando existe una sobreexcesiva idealización.
Otro efecto negativo pudiera constituirse en la necesidad de estar con la persona idealizada, a pesar de sentir que la relación no funciona:

“La relación con el objeto amoroso es parcializada de manera permanente, al no lograr desidealizar e integrar al otro con sus aspectos buenos y malos en todo momento de su relación (en el acercamiento y en el alejamiento). Esto indica que no pueden realizar un duelo psíquico ante la idealización como etapa “normal” en las relaciones de pareja. Lo patológico en este vínculo, por lo tanto, implica mantener una negación prolongada de la realidad para tratar de desconocer la pulsión de muerte en sus dos aspectos: destructor de sí y destructor del otro, a causa de lo amenazante que puede resultar la desidealización”span> (Márquez Otero, X, 2005).
Es decir, la relación no funciona, pero los individuos son incapaces de terminar con ese vínculo afectivo al asumir una visión parcializada, marcada por una dependencia afectiva, pues se reconoce que existe una gran incompatibilidad con el otro, pero se asume que sin él no se pudiera vivir.
Una relación saludable
Una relación amorosa saludable resulta una experiencia muy gratificante en la que dos personas pueden encontrar grandes satisfacciones, estabilidad y apoyo mutuo, a pesar de las diferencias que posean y de los problemas que puedan surgir.

Cid (2011) plantea que el amor (entendido como acto biológico) es uno de los elementos que deben estar presentes en la relación de pareja, sin embargo, son cuatro los pilares fundamentales: compromiso, intimidad, romance y amor.


Toda relación saludable tiene que basarse en esos cuatros pilares y asumir una percepción más realista del otro, aunque en principio exista idealización. En definitiva, eso permitirá una relación más sana, realista y equilibrada.
Fuentes consultadas
La sobreidealización y la terapia
La idealización en las relaciones de parejas es un tema a tratar por un profesional capacitado en el área. Te invitamos a contactarnos en nuestro WhatsApp o llámanos a nuestro número de teléfono: +569-3144-3967. Estaremos dispuestos a ayudarte.

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