¿Por qué nos enfermamos?
En este artículo exploramos las diferentes teorías detrás de las enfermedades y cómo factores como la genética, las emociones y el entorno se interrelacionan con nuestra salud física y mental
Las enfermedades y la humanidad
La historia de la humanidad refiere que el asunto de las enfermedades, es un tema que ha concernido a los hombres de todas las épocas, quienes desde diversas perspectivas buscan explicar las causas de éstas. Algunas posturas extremas contemplan conceptos e interpretaciones religiosas, mientras que otras de explícita connotación científica atribuyen causas genéticas, químicas a las mismas.
El cuerpo y mente frente a las enfermedades
Algunas ideologías separan el funcionamiento del cuerpo y la mente, en tanto que otras comprenden ambas partes como un conjunto constitutivo del ser humano. No obstante, hace ya un tiempo, que las llamadas "enfermedades psicosomáticas" clásicas como la úlcera, el asma, la hipertensión, han sido aceptadas. Precisamente, por el hecho de que las explicaciones médicas no fueron suficientes para responder el por qué una persona contrajo una determinada enfermedad en un momento de su vida y no en otro.
El impacto de las emociones en la salud física y mental
Es innegable que todo proceso de enfermedad conlleva admitir la presencia de factores psíquicos profundos, característicos de la historia singular de cada persona en relación a cómo han sido elaboradas e interpretadas las distintas situaciones por las que ha debido pasar, desde el momento de su nacimiento para lograr su independencia, madurez y equilibrio emocional.
Los mecanismos psicológicos complejos guardan estrecha relación con la detención de los procesos patológicos manifiestos en el cuerpo con altas posibilidades de reversión. Esto conlleva a reconocer los beneficios de considerar en los procesos de sanidad o curación de una enfermedad no solo el punto de vista del médico, sino también el rol del psicólogo.
La importancia de una visión integral de la salud mental y física
Enfermedad y el mundo subjetivo del paciente
Algunos autores coinciden en afirmar, que la enfermedad no solamente se produce por la interacción de fenómenos externos como traumatismos, virus, bacterias, factores genéticos y medioambientales, entre otros. Además, en ésta, participa activa y de manera determinante el mundo interior y subjetivo del paciente.
Esto implica que el estilo de vida, la actitud que tiene una persona hacia el mundo, hacia los otros y hacia sí mismo; las creencias, hábitos, costumbres; el repertorio experiencial, los conflictos emocionales, traumas, sufrimientos vividos; las estrategias de afrontamiento y actitudes frente a la vida son, entre otras cosas, factores determinantes para la aparición de la enfermedad.
El entorno social y la personalidad como factores en las enfermedades
En este sentido, conviene afirmar que la enfermedad se produce por la desarmonía y desequilibrio en la integridad del ser, ya sea ésta a nivel físico, emocional, mental o espiritual.
Causas más comunes de la enfermedad
Son muchas las causas que están detrás de una molestia, malestar o enfermedad. Sin embargo, es bien conocido que los malos hábitos tienen una gran influencia en la calidad de vida que tiene un individuo.
El papel crucial de los médicos en el control de nuestra salud
El consumo habitual de alcohol, tabaco, comida no balanceada, azúcar, sal; el sedentarismo; actitudes inadecuadas frente a las situaciones de tensión o conflicto, el estrés, ansiedad, angustia, tensión emocional pueden generar complicaciones sobre el organismo afectando la salud física.
Enfermedad y autocuidado
Son muchos los factores a tener en cuenta como causales de enfermedad. No obstante, a menudo suele atribuirse al descuido una de las causas principales. Al conocer las necesidades del organismo, el deber es brindársele lo que éste necesita de modo que pueda funcionar correctamente. Lo ideal y más adecuado es acudir al médico de forma periódica y seguir las recomendaciones proporcionadas por el profesional.
Por su parte, conocer y mantenerse informado sobre las propias particularidades favorecerá ofrecerse cuidados específicos, muy especialmente porque no todos los organismos funcionan y reaccionan a los distintos estímulos de la misma forma, es decir, dada la individualidad y la propiedades singulares de cada persona las recomendaciones deberían ser únicas.
Una persona con propensión a desarrollar ciertas alteraciones, ya sea por condición genética u otra causa, no puede llevar una rutina alimenticia como otra que no confronta la misma realidad. Incluso, aunque sea la misma condición en ambas, siempre han de considerarse los factores propios de cada organismo, con sus respectivas peculiaridades.
La importancia de reconocer las necesidades individuales de salud
Recomendaciones para llevar un estilo alimenticio saludable
- Consumir diariamente frutas y verduras (preferiblemente de temporada).
- Sustituir las harinas refinadas por las integrales.
- Evitar los aceites refinados o sustituirlo por los de primera presión.
- Evitar el consumo de grasas saturadas.
- Minimizar el uso de refrescos y bebidas carbonatadas de la dieta.
- Consumir a diario cantidades justas de agua, combinándola con zumos, infusiones o bebidas naturales.
- Evitar añadir a menudo azúcar o sal a los alimentos.
- Limitar el consumo de alimentos ultraprocesados, golosinas o comestibles afines.
Recomendaciones para evitar enfermarse con frecuencia
Aunque no es posible no enfermarse, en algunas ocasiones es posible reducir las probabilidades de sufrir graves enfermedades o complicaciones. En este sentido, se considera que practicar ciertos hábitos adecuados constituye la defensa y protección ideal del organismo. A continuación se presentan algunas recomendaciones:
- Procure dormir entre 7 y 8 horas a diario.
- Cumpla las recomendaciones para una dieta saludable sugeridas en este artículo.
- Consuma suficiente cantidad de agua a diario. Hidratar el organismo es clave para su buen funcionamiento.
- Planifique y realice una visita preventiva al médico cada cierto tiempo. un diagnóstico temprano puede contribuir en gran medida con el éxito del tratamiento.
- Si tiene médico de cabecera siga sus recomendaciones (Sufra o no de patologías crónicas).
- Evite automedicarse. El consumo de fármacos, suplementos y afines sin la autorización del médico pueden ser causante de severas complicaciones.
- Gestione el estrés de forma adecuada. No descarte la ayuda profesional en caso de ser necesaria.
- Desconéctese de la rutina y dedique el tiempo necesario para distraerse.
- Cultive siempre relaciones saludables con usted mismo y con su entorno.
- Practique alguna rutina deportiva.
No existe una respuesta única al por qué nos enfermamos. No obstante, está claro que los buenos hábitos juegan un papel fundamental en la prevención y cuidado del organismo. Además, que proporcionan una considerable suma de bienestar emocional y psíquico al individuo. En el ejercicio de la libertad personal, cada cual elegirá las acciones más convenientes para cuidarse y disfrutar de dicho bienestar y de calidad de vida.
Elementos que influyen en el desarrollo de diversas enfermedades
Referencia:
- Martín L., 2003 Aplicaciones de la psicología en el proceso salud enfermedad. Recuperado a partir de: http://scielo.sld.cu/scielo.ph...
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