
Las emociones negativas
Las emociones negativas son inevitables en la vida diaria, pero es crucial que aprendamos a manejarlas de manera saludable y constructiva para mejorar nuestra calidad de vida y bienestar emocional
¿De qué forma se debe reaccionar frente a las emociones negativas?
Las emociones negativas son inevitables en la vida, pero es necesario que el individuo aprenda a canalizar sus sentimientos, emociones y desarrolle cierto grado de asertividad y resiliencia que le permitan afrontar las dificultades que puedan presentarse en la cotidianeidad.
¿Qué son las emociones negativas?
Las emociones negativas son aquellas que generan una sensación desagradable en el individuo. Las más conocidas son:
- La ansiedad: caracterizada por despertar una sensación de amenaza frente a una situación, persona o circunstancia.
- Ira o enfado: evoca un sentimiento de molestia o enfado frente a un hecho que se considera una agresión, un daño o un perjuicio. Puede ser ocasionado por un evento, persona o por una actitud.
- Tristeza: se considera una sensación de desolación, vacío o pérdida con relación a un evento o a un sujeto. Este sentimiento, en algunos casos, suele ser el precursor de la depresión, un trastorno del estado de ánimo.

La ansiedad puede ser una reacción ante situaciones percibidas como amenazantes
Si bien la ansiedad, el temor y la tristeza son emociones naturales que el ser humano debe experimentar, puesto que le ayudan a reaccionar frente a los acontecimientos (peligro, amenaza, daño inminente o una pérdida), esas sensaciones resultan negativas cuando se instauran de forma permanente en la persona y desencadenan reacciones en tres niveles bien diferenciados:
- aExperiencia emocional: despiertan sensaciones desagradables, conmoción del estado del ánimo y cambios corporales, casi siempre, intensos.
- bCambios corporales: se produce una elevada alteración del sistema fisiológico, lo que produce sudoración excesiva, aumento de la tensión cardiaca, tensión muscular, cambios hormonales o del sistema inmunológico, entre otros.
- cModificación de la conducta: la expresión del sujeto se adapta a la emoción experimentada y con ello cambia el tono de voz, las conductas motoras y las posturas del cuerpo.

La ansiedad puede causar síntomas físicos, como palpitaciones o sudoración
Emociones negativas y salud
Cano Vindel (2010) destaca que los cambios “fisiológicos emocionales se consideran respuestas adaptativas del individuo a las demandas de la situación”, por ello una alta activación fisiológica sostenida durante mucho tiempo puede acarrear distintas enfermedades: asociadas a contracturas musculares, hipertensión, presión arterial alta, problemas digestivos, dermatológicos, dolores crónicos, estrés, depresión, ansiedad, entre otros.

El estrés crónico puede provocar diversas afecciones físicas y mentales
Aunado a lo anterior, las “emociones negativas están relacionadas con otros trastornos físicos, tal es el caso de algunos trastornos del sistema inmune (enfermedades infecciosas, cáncer, artritis reumatoide, etc.), o en algunas dolencias crónicas”.
Las emociones negativas, además, limitan la percepción del hecho y las posibles soluciones. Por ello, resulta fundamental que el individuo aprenda a utilizar una estrategia adecuada para afrontar las circunstancias y manejar sus sentimientos y emociones de manera asertiva.
Valderrama (2015) manifiesta el rol adaptativo que poseen las emociones positivas, ya que contribuyen a expandir el estado mental del individuo y ayudan a desarrollar distintos recursos (intelectuales, físicos, sociales y psicológicos) para ser utilizados de forma cotidiana durante la supervivencia del hombre.
Inteligencia emocional y asertividad
Para hacer frente a las emociones negativas, cobra relevancia la inteligencia emocional, concebida como “la habilidad para percibir, valorar, comprender, regular y expresar emociones, con el fin de promover el crecimiento emocional e intelectual” (Salovey & Mayer, 1990, citados en Valderrama, 2015). Goleman también popularizó ese concepto y lo definió como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones” (1998, citado en Valderrama, 2015).

Expresar emociones de forma asertiva mejora el bienestar emocional
De lo anterior, se deduce que un individuo para ser emocionalmente inteligente debe: reconocer sus emociones, tomar conciencia de ellas y comprender sus sentimientos. Solo de esa manera se podrán enfrentar las alteraciones emocionales, recuperarse de las adversidades y hacer frente a los estados de ánimo negativos, porque:
Las emociones negativas tienen un significado vital para informarnos de necesidades insatisfechas de nuestro organismo, quedarnos en ellas no nos reporta utilidad, sino que afecta negativamente a nuestro bienestar psíquico y físico, así como a nuestras relaciones y nuestra capacidad de acción (Valderrama, 2015).
Autoregulación y desarrollo emocional
Las emociones negativas siempre han existido y seguirán existiendo, por ello es importante que el sujeto, en vez de huir de sus emociones, experimente sus sentimientos, los regule y sea capaz de salir adelante.

El afrontamiento de las emociones es crucial para el desarrollo personal
Los procesos de regulación (conscientes o inconscientes) están orientados a disminuir las emociones negativas y a lograr la activación de las emociones positivas. Valderrama (2015) señala que entre las técnicas empleadas para transformar las emociones negativas en emociones positivas se encuentran:
- aLa reformulación cognitiva: se orienta a que el sujeto reconozca lo positivo en medio de la adversidad, enfocándose en los beneficios o en lo rescatable de cada situación.
- bLa resolución de problemas: trata de encontrar soluciones a los hechos que enfrenta el individuo, así como a todo lo que le está provocando malestar emocional.
- cLa dimensión de alarma: esta estrategia en enfoca en que el sujeto encuentre y reconozca el sentimiento que le origina el malestar emocional (bien sea miedo, preocupación, tristeza), puesto que cuando se produce una evitación deliberada de las emociones o pensamientos negativos se incrementa el malestar psicológico. Valderrama (2015) enfatiza que esa “supresión emocional disminuye con éxito las conductas emocionales negativas, pero también tiene consecuencias adversas como el aumento de la activación fisiológica, la atenuación de las experiencias emocionales positivas y la creación de vínculos sociales más débiles con los compañeros de interacción”.
- dLa terapia de la aceptación y compromiso: es entendida como una técnica que busca la aceptación de la situación emocional y la validación de las respuestas emocionales que tiene el individuo frente a un evento. Por tanto, se utilizan ejercicios experienciales, la exposición o la activación conductual guiada por valores, de tal forma que el sujeto pueda salir adelante.

La terapia ayuda a gestionar las falencias y mejorar la salud mental
Finalmente, Sancho Cantus y Martínez Sabater (2011) enfatizan que el propiciar los afectos positivos es vital no solo para controlar las emociones negativas, sino para evitar la aparición de distintas enfermedades.
De esa manera, la Higiene mental “hace posible este hecho, puesto que se trabaja con el sujeto para enseñarle las pautas afectivas, cognitivas y/o conductuales que le permitirán afrontar con una mayor disposición los distintos conflictos cotidianos” (Sancho Cantus y Martínez Sabater, 2011).
Referencias
- Cano Vindel, A. (2010). Ansiedad, estrés, emociones negativas y salud. Atrapados por el estrés. https://www.researchgate.net/p...
- Del Valle López, A. (1998). Educación de las emociones. Educación, 7(14), 169-198.
- Hervás, G. (2009). Psicología positiva: una introducción. Revista interuniversitaria de formación del profesorado, 23(3), 23-41.
- Sancho Cantus, D. y Martínez Sabater, A. (2011). Afectividad positiva y salud. Enfermería Global, 10(4).
- Santiago Lópezó, S. (2001). Programa de Intervención para mejorar la Estabilidad Emocional. Clínica y Salud, 12(3), 367-390.
- Valderrama, B. (2015). Emociones: una taxonomía para el Desarrollo Emocional. ARANDU UTIC, 2(1), 13-28.
¿Eres capaz de reaccionar frente a tus emociones negativas?
El autocontrol es vital a la hora de relacionarnos. Continúa interiorizándote en nuestros temas para que sigas comprendiendo al respecto.
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