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El control total de la situación es un mito, ya que siempre hay factores impredecibles.

¿Por qué no podemos tener el control de todo?

La sensación de control es importante para sentir seguridad, pero rara vez es real. Este artículo profundiza en cómo aceptar la falta de control puede ayudarnos a vivir mejor.

Inicio Blog¿Por qué no podemos tener el control?
Publicación: 7 de Octubre de 2022

La obsesión por tener el control de todo

Por lo general, la mayoría de las personas necesitan sentir que tienen el control de la situación, pues esto contribuye a tener una sensación de seguridad; sin embargo, la sensación de control generalmente no es real, ya que la vida puede cambiar en cualquier momento.

¿Por qué querer controlar todo?

Hay personas que se obsesionan con querer tener el control de todo; lo cual es sencillamente imposible. Para quienes desean controlarlo todo, esta actitud puede llegar a ser perjudicial, porque al observar que en realidad hay cosas que escapan de su control, se generan sentimientos de frustración.

El control de algunos aspectos vistos de manera positiva

Marta Guerri (2021), considera que las personas tienen la necesidad de controlar todo a su alrededor, incluyendo objetos y a otras personas; y que, para lograrlo, buscarán emplear cualquier método de control sobre los demás sin importarle que deban manipular o chantajear con la finalidad de conseguir sus objetivos.

La necesidad de controlar a veces es tan alta que las personas llegan a la manipulación

Cuando la necesidad de controlar se convierte en manipulación

Así mismo, Guerri, indica que, el querer controlar ciertos aspectos de la vida no es malo, ya que te permite planificar tu futuro; especialmente en lo que respecta a tener propiedades, iniciar algún emprendimiento para tener a futuro una fuente de ingresos, etc.

Esta es una forma muy normal y saludable de controlar o intentar controlar el futuro. El problema surge cuando se hace de una manera obsesiva y en la que se desea controlar a cada miembro de la familia en función a sus necesidades.

Cuando el control se vuelve una conducta obsesiva es donde radica el problema

El control obsesivo puede llevar a la frustración

¿Cómo son las personas controladoras?

Isabel Rovira, afirma que contrario a lo que se cree o a la impresión de seguridad y de carácter fuerte que demuestran tener, las personas controladoras generalmente son personas que se sienten vulnerables e inseguras de sí mismas. Es por ello que tienen la necesidad de una falsa ilusión de control y la aplican sobre los objetos o las personas a su alcance.

Estas personas no toleran la frustración, se sienten incómodas al salir de su zona de confort y se quieren adelantar a los eventos indicando a las personas su rol. De igual forma, llegan incluso a pensar que saben lo que es mejor para otras personas.

Muchas veces la consecuencia del control es la falta de tolerancia a la frustración

Cuando el control lleva a la frustración y la intolerancia

Por lo general, los individuos con personalidad controladora, han sido víctimas de algún tipo de maltrato a abuso durante su vida; lo que los ha llevado a tomar una actitud exagerada por querer controlar todo su entorno.

¿Eres una persona controladora?

Por lo general, se puede desarrollar una personalidad controladora y no estar al tanto de serlo. Es por esta razón, que los siguientes ítems, pueden ayudarte a comprender si en efecto lo eres. Recuerda que no se trata de un test definitorio, sino más bien de algunos aspectos que debes revisar basándote en una profunda autoobservación que te permita comprender si estás queriendo controlar todo.

  • Te ajustas a una rutina y te sientes perdido o molesto si esta se altera
  • Sientes angustia, ansiedad o estrés cuando las cosas no salen según lo planeado
  • Te agrada estar a cargo, pues solo así sientes que las situaciones pueden mejorar
  • Eres organizado y tienes todo perfectamente esquematizado
  • Eres perfeccionista
  • Te gusta que las cosas se hagan de la manera que lo indicas
  • Tienes pensamientos de “todo o nada” y percibes que solo hay una manera correcta de hacer las cosas
  • Mantienes expectativas elevadas contigo mismo o hacia los demás
  • Te reconoces como una persona demandante y crítica
  • Tienes incapacidad de delegar funciones
  • A menudo te sientes decepcionado de los demás
  • No te agradan los cambios o los imprevistos
  • Tienes dificultad para relajarte
Tener el control de todo lleva a un exceso de organización de las rutinas

El control de todo puede hacer que nos volvamos excesivamente organizados

Si realizando una pequeña introspección, te parece que si eres algo controlador, debes conocer entonces las consecuencias de querer tener el control de todo y así poder actuar en consecuencia.

Consecuencias de querer tener el control de todo

Querer tener el control de todo, puede llegar a convertirse en una conducta obsesiva que derive en serios trastornos que ponen en riesgo la salud mental. Por lo general, una persona controladora es más susceptible a desarrollar estrés o ansiedad.

Querer tener el control de todo, afectará tu salud mental

Cómo el control total puede afectar nuestra salud mental

Pequeñas alteraciones en las tareas cotidianas, son capaces de causar graves alteraciones en la persona controladora. Si va del camino al trabajo y consigue cola en la autopista, esto lo saca inmediatamente de sí y le genera molestia, estrés y en muchos casos ansiedad.

Un individuo controlador puede llegar a somatizar cualquiera de las alteraciones que lo hagan sentir que pierde el control de las situaciones; y esto se convierte, con el transcurrir del tiempo, en trastornos reales de salud. Además, puede llegar a desear controlas a otras personas, por lo que puede desarrollar actitudes manipuladoras y hacer daño a otros.

Muchas veces se pretende tener el control de las demás personas

El control de las otras personas en relaciones interpersonales

¿Cómo se manifiesta el control sobre otras personas?

Para Rovira, muchas de las personas controladoras tienen ciertos patrones de conducta y realizan actos según el vínculo con la persona que quieren controlar; tales como, el revisar los celulares y las redes sociales, o evitar que la persona que controla tenga amigos o conozca nuevas personas. Muchos pueden describir una paternidad sobre protectora en la que puede darse el caso de intimidación, burla e incluso llegar a casos de abuso sexual o emocional.

A veces detrás una conducta sobreprotectora se esconde un exceso de control

El exceso de control como parte de la sobreprotección

Por su parte, Marta Guerri (2021), afirma que las personas controladoras esperan y exigen lealtad, son desconfiadas y se consideran con liderazgo, aunque en realidad su imagen es la de un tirano; al no poder manejar sus temores e incertidumbres, pueden adoptar conductas maniacas obsesivas, como por ejemplo: limpieza extrema u orden perfecto de las cosas. Esto les ayuda a tener esa necesidad de control que tanto temen perder.

¿Gaslighting o abuso emocional?

Natalia Gurdian, explica que el gaslighting, es un método de manipulación en el cual el controlador hace dudar a la víctima de su memoria y percepción de los hechos, haciendo que esta comience a dudar de sí misma. Es una forma de manipulación que se hace de forma consciente o inconsciente y se hace de forma sutil, pero continuada, de forma tal, que va dando lugar a la duda.

La manipulación siempre dañará al otro generando inseguridades personales

La manipulación provoca inseguridades en las personas

Son personas que ante un hecho o una aseveración lo niegan o tergiversan; como por ejemplo, negar un suceso, decir eso no fue lo que expresó, etc. Con lo que puede llegar a causar a mediano y largo plazo una serie de alteraciones en la víctima.

Consecuencias a largo plazo de la aplicación del gaslighting

Las consecuencias a largo plazo pueden ser muy graves, ya que genera en la víctima dudas de su propia salud mental, desconfianza en sus propios recuerdos y por ende de su memoria. También hacen dudar a la persona de su raciocinio, lo que la hará más dependiente del controlador para la toma de decisiones.

La víctima de manipulación verá afectada su propia salud mental

El impacto emocional de la manipulación en las víctimas

Genera en la víctima una baja autoestima, por lo que esta adoptará una actitud sumisa ante su controlador, ya que no se considera mentalmente capaz de realizar ningún acto por sí misma si no es dirigida por éste

¿Cómo dejar de querer controlar todo?

Asegura Alicia Escaño, que para querer dejar de controlar todo, debes estar consciente de que estás en un mundo en el que no existen las certezas ni la seguridad absoluta; por lo tanto, debes aprender a vivir con la incertidumbre de si serás exitoso en un trabajo o no, en tu relación de pareja, etc.

Vivir con la incertidumbre es todo un desafío para las personas controladoras

El reto de convivir con la incertidumbre cuando se busca el control

El hecho de que te esfuerces en algo no quiere decir que el éxito está garantizado. Recuerda que solo si haces un buen trabajo, las probabilidades de que llegues a la meta son mayores, pero hay factores externos que pueden llegar a alterar en algún momento los resultados esperados.

Evita la rigidez en tus actos y decisiones, debes vivir de manera flexible adaptándote a las diversas situaciones de la vida y aceptar que el mundo es muy cambiante. Comprende que es precisamente por esto que las normas estrictas chocan con la realidad.

Debemos ser flexibles y adaptarnos a los cambios de la vida

Adaptarse a los cambios es fundamental para la salud mental

Debes controlarte a ti mismo, tus emociones, temores, dejar la rigidez y simplemente vivir y dejar vivir a los demás sin ningún tipo de controles. Solo debemos controlarnos a nosotros mismos, no al mundo ni a las personas de tu entorno.

Enfrentar la vida de esta manera, repercutirá con el tiempo y serás más seguro de ti mismo, sin darle mucha importancia al mundo que nos rodea, ya que al no poder controlarlo, se eliminan esos temores por lo desconocido, por el porvenir.

Enfrentar el miedo a lo desconocido nos ayuda a soltar y dejar fluir

Superar el miedo a lo desconocido es clave para el crecimiento personal

Esto no se puede interpretar como el acto irresponsable de no importarte el futuro, sino que debes controlar lo que puedas sin obsesionarte con controlar todo el entorno.

Referencias

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