
¿Cómo establecer límites en las relaciones?
Descubra estrategias para establecer límites en las relaciones y mejorar su bienestar emocional mientras fomenta conexiones más saludables con los demás.
Límites: un acto de autocuidado
Establecer límites con las demás personas es una expresión de salud mental, y un acto de autocuidado. Descubra en este artículo cómo lograrlo a fin de tener relaciones interpersonales más satisfactorias. “Las buenas cercas hacen buenos vecinos”. -Robert Frost-
Relaciones interpersonales y malestar
Las relaciones interpersonales representan un espacio de interacción que provee al individuo satisfacción y bienestar. No obstante, éstas deben darse bajo un clima de asertividad, en el que cada persona reafirme su identidad, individualidad y su escala de valores, ya que de lo contrario, producirán inconformidad y malestar.

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Los límites en las relaciones interpersonales
Establecer límites es una forma de asertividad que evita ser presa fácil de chantajes emocionales y/o manipulación psicológica. Para que las relaciones interpersonales puedan funcionar de forma operativa, es necesario establecer límites, dejando en claro lo que es y no es permisible en la relación.
Empero, aunque muchas veces se establezcan límites, siempre habrá la posibilidad de que estos sean transgredidos, y cuando ocurre se producen conflictos desagradables y engorrosos. Esto refiere que no solo es suficiente generar barreras personales, sino saber guardarlas. He aquí, la mayor disyuntiva que con frecuencia se presenta en las relaciones interpersonales: ¿cómo establecer y hacer respetar los límites?
Es inevitable coincidir con personas que desconozcan cómo respetar los límites y tiendan a invadir el espacio vital del otro. Al respecto, Hall y Sommer (1969) refieren que dicho espacio es el lugar íntimo, personal en el que cada individuo se siente protegido física, mental y emocionalmente. Para los autores, es fácil que las barreras sean pronto sorteadas produciendo cierto grado de inconformidad y desacuerdos en la relación.
Recomendaciones para establecer límites
Al definir límites es fundamental enfocarse en sí mismo; conocerse, amarse, ser responsable consigo mismo, y gestionar de forma adecuada los propios afectos. Estos elementos representan fortalezas que facilitarán el resguardo del espacio vital.
A continuación, una breve descripción de cada uno de estos elementos:
- aConocerse a sí mismo
Conocerse a sí mismo, implica ejercitar el valor de la honestidad, es decir, esa actitud que combina la verdad con la trasparencia.
Si ciertamente el deseo es establecer límites y guardarlos con firmeza, es importante ser honesto, haciendo partícipe al otro de las consecuencias de traspasar las fronteras personas.
Si una persona con su actitud afecta la escala de valores y dignidad, debe saber de antemano, lo que esto implicaría. Hacerlo saber, evita el engorroso conflicto consecuente.
Asimismo, es importante tanto como conservar una actitud de respeto hacia las otras personas, como establecer consecuencias coherentes a los límites establecidos. Es fundamental ser coherente con lo que se piensa, dice y hace, y con lo que se ofrece y espera. Este equilibrio es una expresión de honestidad.
Por otra parte, es importante reconocer la necesidad de actualización y mantenimiento que tienen los límites, así como las consecuencias que tiene el irrespetar o flexibilizar los mismos.
- bAmarse y respetarse
Todas las personas han tenido que confrontar en algún momento, en una relación interpersonal, una expresión de agresión, aunque sea mínima. Es importante saber, que por pequeña que sea la agresión, incluso hasta divertida, repetidas veces en la cotidianidad puede resultar letal para la autoestima, por ende, para las relaciones.
Contemplar estas pequeñas agresiones en la dinámica de las relaciones interpersonales, validándolas como naturales, o simplemente pasándolas inadvertidas, puede dar lugar a profundas y significativas heridas que deterioren la armonía de la relación. Permitirlo es un grave error.
De allí la necesidad de que los límites sean claros, y también firmes. Esto será una muestra evidente de amor propio.
- cSer responsable consigo mismo
Una de las tareas más demandantes de autocuidado es respetarse uno mismo. Por lo general, se demanda respeto de las otras personas, no obstante, no siempre se cultiva el ejercicio del autorespeto.
Este elemento se conjuga con el autoconocimiento. Una persona que se conoce a sí misma, que reconoce las propias necesidades, querencias, debilidades, fortalezas, sabrá distinguir los propios límites, los déficits y excesos que desea evitar. Esto resultará en favor de la firmeza de la delimitación, en el propósito de protegerse de los otros.
Autorespetarse es una expresión de responsabilidad consigo mismo. Para ello es fundamental conocerse, y reconocer lo que para sí es permisible y lo que no. Esto es una experiencia individual, personal e intransferible.
Si se exige a las demás personas respeto, es necesario concientizar que el respeto comienza por sí mismo. Esto es ser responsable. Además, que evita conflictos innecesarios.
- dGestión adecuada del afecto
Con frecuencia, las personas tienden a evitar establecer límites, especialmente cuando se trata de personas cercanas a quienes se les tiene cierta confianza. Por considerárseles íntimas y guardársele respeto, se suele experimentar la presión de no incomodarlas socializándole los límites.

El autoconocimiento como base para establecer límites personales
Por lo general, se hacen concesiones y se permiten intromisiones que generan serios conflictos, tanto en la esfera intrapersonal (con uno mismo) como interpersonal (con el otro).
Es importante considerar la necesidad de trabajar el desapego, como recurso para salvaguardar el espacio vital; es decir, guardar significativamente respeto por la propia individualidad y necesidades, sin menoscabo del afecto que se tiene a los otros, pero sí dándole el lugar que corresponde.
Es necesario considerar que en la dinámica de las relaciones interpersonales, el equilibrio lo establece el respeto mutuo. Si existe una verdadera consideración por el otro, se evitará transgredir los límites emocionales y psicológicos. Esto de ninguna manera implicará falta de afecto, desvalorización de la otra persona, engreimiento u orgullo.
Consideraciones finales
El establecimiento de límites se conjuga con una conducta asertiva, es decir, por medio del reconocimiento franco de las opiniones, sentimientos y derechos tanto propios como de las demás personas. Reconocerlo y respetarlo es síntoma de disfrute de salud mental, de bienestar y calidad de vida.
Aunque parezca tarea difícil, es posible establecer límites, que favorezcan las relaciones interpersonales, y hagan de éstas, experiencias únicas y satisfactorias.
Ya que la vida humana no se concibe sin las relaciones interpersonales, proveer para ellas, en garantía del bienestar, siempre valdrá la pena.
Referencias
- CoDA (1992) Estableciendo límites. Recuperado a partir de: https://coda.org/wp-content/up...
- Díaz J., (s/f) Poner límites... ¿a quién? Recuperado a partir de http://www.masconciencia.com/c...
- Mansilla F., (2002) Codependencia y psicoterapia interpersonal. Recuperado a partir de: https://scielo.isciii.es/sciel...
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